Soñé
que yo era la nieve
cayendo
en la ciudad
y
vos eras la barredora
levantándome
de las cocheras de la gente.
Yo era una
estrella supergigante roja sin densidad,
como el
proyecto inestable
de un
fantasma amistoso.
Yo
era una flota de brillantes ovnis
meciéndose
en el cielo nocturno.
Voy
a esperar en la penumbra
una
promesa de pureza.
En
clubes de ajedrez, pacientemente
bajo
las mesas, en silencio, una mañana fría
mientras
los ajedrecistas piensan su jugada
y
toman café y vuelven a pensar.
Voy
a rememorar momentos de facebook
esperando
una promesa de pureza
que
me devuelva a mi estado original
de
Hijo del Sol.
1 comentario:
qué zarpeee
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